sábado, 6 de febrero de 2016

Víctima y verdugo, los dos aspectos del maltrato.

Soy consciente que la publicación de este artículo puede levantar ampollas entre mucha gente pues la visión que tenemos de la víctima de un hecho malvado es su inocencia absoluta y damos por hecho una gran bondad.  Sobre todo, será la propia víctima quien más se enfade y se niegue a aceptar esta otra visión que aquí voy  a dar, veremos porqué.
En este mundo dual en el que vivimos todas las personas nos sentimos víctimas de algo o de alguien, es como si existiera una conspiración para hacer sentir a las personas que ante determinados hechos o personas somos impotentes y lo damos tanto por hecho que ni se nos pasa por la cabeza la idea de poder siquiera intentar luchar. De esta manera todos nos sentimos víctimas unos de otros. Hay pueblos y países enteros que se sienten víctimas de otros. Cuando toda una colectividad juegan a la víctima están creando un gran verdugo que los torture y mate llegando al enfrentamiento con crueles guerras. El verdugo puede ser un partido político, una religión, una raza, un equipo de fútbol, el vecino de al lado, la competencia, los padres, los hermanos, el hijo, la pareja y hasta el clima.
Bajo el disfraz de una buena persona que se esfuerza mucho por complacer y ayudar a lo demás, que hace grandes sacrificios  a costa de su tiempo, dinero, espacio, etc, bajo el aspecto de una persona sumisa, complaciente, amable se esconde un personaje retorcido, lleno de resentimiento y rencor. Su gran soberbia le hace querer demostrar a los demás con su gran sacrificio que es mucho mejor que su agresor y así se va sometiendo a su voluntad sin oponer resistencia y sin emitir queja alguna.
Sentirse muy buena persona porque no nos enfadamos ni reaccionamos mal ante un pequeño o gran maltrato es el disfraz con el que nos engaña nuestro propio "lado oscuro" para entrar en el papel de víctima y así garantizar un maltrato perverso a nosotros mismos.
Al creernos mejores que los demás porque no respondemos al acoso y ni nos enfadamos, estamos dando entrada a un verdugo que nos irá acosando en la medida que vayamos permitiéndolo y que será implacable en su maltrato en la medida que la víctima vaya consintiéndolo con su actitud. La víctima se irá llenando de odio, resentimiento y rencor ya que cree que es impotente  para enfrentarse abiertamente y empezará a utilizar el juego de la manipulación para atacar solapadamente al culpable, a través de otros que lo hagan en su lugar. Es por eso que una persona que se cree" maltratada" injustamente por otro  hablará muy mal  de su "verdugo" y conseguirá que gente de su entorno  le de la razón y se ponga de su bando enfrentándose para defender a la supuesta víctima del supuesto agresor. Llegará un momento en que el "verdugo" se enfade de verdad y empezará a atacar, ahora ya conscientemente y con toda la intención con lo cual "la víctima" habrá conseguido su estatus,   y ahora sí lo será de verdad, ahora sí será real y objetivo el maltrato.
Por supuesto, todo ésto ocurre inconscientemente, sin tener la menor idea de como lo hacemos. Pues es nuestro personaje interno, la víctima que llevamos incorporada como consecuencia de todos los maltratos sufridos por nuestros ancestros  y por nosotros mismos en vidas anteriores, que crean ahí afuera, en la realidad virtual a la que llamamos mundo exterior, la película de víctima tan bien grabada y archivada en nuestro subconsciente. Nunca la víctima entenderá porqué le agreden ya que su lado oscuro le impedirá ver que actuaciones hace para provocar al agresor, la víctima morirá creyendo ciegamente que los demás la tienen tomada con ella. Realmente el juego de víctima y verdugo es muy perverso y nos arruina las relaciones que más nos pueden reconfortar como las de pareja, padres-hijos, hermanos y amigos.
Solo siendo consciente que de una manera u otra provocamos a otra persona para que nos maltrate será la manera de desmantelar este personaje insidioso que habita dentro nuestro arruinandonos la vida por completo.



6 comentarios:

  1. ¡Muy bueno este artículo!Desmantela el estado de creencias en el que hemos vivido hasta ahora. Entiendo perfectamente lo que nos quieres transmitir pero ¿cómo empezó todo eso?. Por ejemplo, los pueblos que han sido colonizados como los latinos o los africanos, ese victimismo no formaba parte de su cultura pero a causa de traiciones, de actos violentos, de vulneración de derechos se ha ido desarrollando. En definitiva, ¿es primero la víctima o el verdugo?

    ResponderEliminar
  2. Entiendo que tras diversas vejaciones al fina claramente eres una víctima y actúas como tal pero el origen mismo...¡Eso es lo realmente complicado!

    ResponderEliminar
  3. Gracias. Chusi, por comentar. El origen creo que llega a la noche de los tiempos más remotos. Yo diría desde el momento que tomamos conciencia de ser se grabó el programa de víctima. Es un programa perfecto para asegurase que nadie pueda darse cuenta que tiene todo el poder en su interior. No lo se....pero si se que lo descubriremos tarde o temprano. Lo importante es saber el funcionamiento del mecanismo para poder desactivarlo. Por supuesto, es solo a través del corazón que se irá borrando.

    ResponderEliminar
  4. Es cierto.... EL PODER ESTA EN NUESTRO INTERIOR.....Es una pena que muchas generaciones no lo hayan visto, pero estaen nuestra mano (que si lo vemos) la cambiemos....POR NOSOTROS Y POR TODOS.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Clara, por comentar. Efectivamente, somos muy afortunad@s por saber que podemos. Tardaremos más o tardaremos menos pero ya tenemos claro que hay un laberinto y cuya puerta de salida es a través del corazón. Solo amando, aceptando y perdonando todo lo que es y ha sido sin importar en que linea del tiempo se haya producido será como saldremos de esta matrix que nos tiene secuestrados en nuestra propia ignorancia. LA VERDAD OS HARÁ LIBRE, dijo el maestro Jesús. Así es.

      Eliminar