Voy a tratar de explicar el caso de una amiga que conocí hace 28 años en un curso de Kinesiología
A lo largo de estos años hemos ido sanando muchos aspectos de su vida pero tiene un tema que no hemos sabido resolver aún. En determinados momentos se desploma y cae al suelo sin sentido manteniendo solo la audición despierto. Pueden pasarse horas oyendo todo lo que dicen pero sin poder mover ni un solo músculo. Cuando sale del "trance" tiene mucha debilidad que puede durarle meses. Tiene un familiar muy cercano médico y es amiga de muchos médicos que han tratado de estudiar su caso sin llegar a ninguna conclusión.
Yo sospecho que tiene dones de mendiunidad por algunas situaciones que me ha contado de su vida y al no haberlas desarrollado conscientemente de alguna manera permite que las entidades le roban toda la energía cuando hay algún tema que le preocupa o entra en contacto con ellas por alguna razón. He tratado de llevarla a esos momentos pero no he obtenido apenas resultados.
Hace muchos años vivió una situación que no puede explicar porqué le pasó. Estaba separada y tenía dos hijos por los que luchó durante años para tener la custodia. Un día uno de los hijos llegó a la casa con su padre con mucha ropa del Corte Inglés, ropa cara que no necesitaba y sin embargo no le había comprado lo necesario para vestir de diario. Sin saber lo que le pasó pidió a los hijos y al ex marido que se sentaran y les dijo a bocajarro que si se querían ir a vivir con su padre podían hacerlo sin ningún problema porque ella no podía sufragar esas ropas tan caras. Los tres sin mediar palabra cogieron las mochilas y se fueron. Todo ocurrió en cinco minutos, sin haberlo pensado ni premeditado en ningún momento. Ella se quedó tan sorprendida por lo que acababa de hacer como los niños y el padre.
Tuvo que irse a otra ciudad para poder vivir porque en su ciudad todo le recordaba a sus hijos y era insoportable tanto dolor.
Después de muchos años y terapias hechas mantenemos una gran amistad y cada vez que vuelvo a Cataluña voy a visitarla a su ciudad, aunque sea solo una noche.
En septiembre último estuve en Banyoles haciendo un retiro y pensé pasar a verla. Le pedí a mi hijo que me comprara un billete de tren y se equivocó de día permitiendo que me quedara en su casa dos días en lugar de uno como había pensado y gracias a ese "fallo" tuvimos tiempo para hacer una sanación porque desde mayo le dolía el lado derecho de las cervicales y una amiga común masajista le había dicho que era muy raro su dolor porque no había contracturas. Le ofrezco la posibilidad de explorar dicho dolor y nos pusimos manos a la obra.
Como siempre que hay dolor empiezo preguntando que estaba pasando en su vida en el momento que apareció el dolor y eso ya me dio pie para entrar. Le hice conectar con el dolor que sentía cuando miraba hacia la derecha y me explicó que ese dolor le inmoviliza y entra en apatía y de ahí a vivir la depresión que vivió durante 8 largos años hay un paso.
Le pregunto que quien de la familia vivió una depresión y me habla que su abuela materna tenía una depresión profunda porque no podía tener hijos y el doctor le recomendó al marido que fuera a Madrid a adoptar un niño de algún orfelinato. El marido volvió con una niña que acogieron aunque no adoptaron y a la que amaron profundamente. Esa niña creció y se casó teniendo una hija que es mi amiga. La madre se recuperó por completo y tuvieron más hijos después. Le hago conectar con la abuela deprimida y empieza a llorar con un inmenso dolor al ver que las dos sienten vacío profundo.
Pasa el tiempo y le pregunto qué quien cree que vivió también una depresión a parte de la abuela y me cuenta que su bisabuela vivió en depresión porque el marido la dejó sola con los hijos sin venir a cuento y sin saber porqué. La bisabuela tuvo que sobrevivir y sacar sola adelante a los hijos. Ahí le hice conectar con el dolor de la bisabuela primero porque las dos tuvieron que hacerse cargo solas de los hijos. Después le hago conectar con el bisabuelo porque hizo lo mismo que ella: un buen día desapareció dejando solos a los hijos con la pareja. En el momento que conecta con el bisabuelo sintió la grandísima culpa por lo que había hecho y el daño que había causado, viviendo toda la vida lejos de ellos pero con el corazón y la mente puesta en su familia, exactamente como ella hizo los años que estuvo viviendo en otra ciudad. No se había perdonado, y de alguna manera mi amiga tampoco, y mi amiga entendió que fue él desde el otro lado el que le empujó a dejar ir a los hijos para que ella sintiera la misma culpa y dolor y así poder sacarlo de ese plano. Le pidió disculpas porque había sido él quien hizo que ella tomara aquella decisión ese día y mi amiga se emocionó porque sabía que todo había sido perfecto.
Mi amiga ahí entendió absolutamente todo lo que le pasó aquel día.
El bisabuelo le transmitió mentalmente que se tuvo que ir de la casa porque no soportaba el dolor de estar siempre peleando con la mujer y que vivió toda la vida pensando en sus hijos exactamente como ella hizo cuando se tuvo que cambiar de ciudad.
Le pedí conectar con la bisabuela que seguía sintiéndose abandonada y víctima de la maldad del bisabuelo. Los encaramos a los dos para que pudieran ver las razones de uno y de otra y poder perdonarse al entender lo que pasó.
Finalmente, igual que hacen todos, se despidieron muy agradecidos y se fueron a una luz brillante que abría un portal.
Todo este trabajo no tendría sentido ni utilidad si en la vida actual todo siguiera igual y no hubiera cambios, aunque estos sean sutiles.
En la semana siguiente a esta sanación su hijo y nieta se mostraron muy cercanas con mi amiga y ella está experimentando cambios sutiles con respecto al control de la energía pues tuvo un episodio de desvanecimiento después y fue capaz de recuperarse en el mismo día.