MILAGRO DE EMPEL: 8 DE DICIEMBRE, DIA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

En la medida que me voy adentrando en la Historia de España y voy conociendo personajes y hechos históricos que desconocía por completo me voy dando cuenta de la heroicidad de la inmensa mayoría de los protagonistas de nuestra historia. 

Por ser hoy el día de la Inmaculada Concepción quiero explicar, bajo mi punto de vista, claro está, lo que pasó y porqué el 8 de diciembre de 1585.

Cuando las tropas de los Tercios españoles estaban acorraladas y cercadas por las tropas enemigas en un islote del río Mosa, en Empel, Holanda. Los enemigos les plantearon la rendición y ellos dijeron que "preferían la muerte a la deshonra". Un soldado encontró una tabla con la imagen de la Inmaculada Concepción de María, los hombres crearon un altar y se pusieron a rezar pidiéndole a la Virgen que les ayudase. Por la noche hizo tanto frío que las aguas se congelaron y pudieron salir andando mientras los barcos enemigos estaban atrapados en el hielo. Ante un hecho tan sorprendente el capitán de los enemigos proclamó " Tal parece que Dios es español"

Esa es la historia tal cual sucedió  pero ¿Cómo la interpreto yo?:

En esa época todas las personas creían en Jesucristo y por supuesto su máxima preocupación era la salvación de su alma. Desde el rey al súbdito más miserable del reino tenían miedo a los castigos del infierno y trataban por todos los medios a su alcance de obedecer las pautas que daba la Iglesia para no condenarse en el fuego eterno. 

El rey era el representante de Dios en la tierra porque el rey obedecía al Papa y desobedecer al papa o al representante de éste  era lo mismo que desobedecer a Dios. Por lo tanto los soldados iban a la guerra a defender a su rey  y a Dios. Carlos I y Felipe II eran católicos pues eran nieto y biznieto de los reyes católicos y éstos protagonizaron cientos de eventos en los que enfrentaron desafíos enormes y casi hasta imposibles. Tomaban decisiones en las que se corrían muchos riegos y tiraban adelante a pesar de las dificultades e impedimentos. Es decir, enfrentaban sus miedos e iban más allá de las limitaciones físicas, mentales, emocionales y espirituales. Confiaban ciegamente en Jesucristo, por el que luchaban, y a pesar de los contratiempos, a veces insalvables, ellos seguían manteniendo la Fe y la Esperanza. Toda vez que se veían ya irremediablemente perdidos se ponían a rezar entregando la lucha a Dios...y entonces, siempre ocurría un maravilloso milagro que los salvaba.

Este mismo patrón es el que yo he experimentado en mi vida y es el que he visto ocurrir en cientos de personas a las que he tratado y han experimentado saltos cuánticos a los que antiguamente se llamaba milagros.

Cuando me he adentrado en la historia he podido ver que lo que mis clientes me han mostrado es exactamente igual que lo que vivían los místicos y los grandes héroes de la historia. Me ratifica lo que yo había aprendido en mi pequeña consulta y me da fuerza para compartirlo.

La lección es clara:  "La Fe ciega  mueve montañas", y que es la Fe sino una CREENCIA firme que lleva a tener EMOCIONES de felicidad y alegría, que nos permite HABLAR   de ese sueño y nos empuja a HACER cosas para cumplir dicho sueño. Cuando hay tal CREENCIA el miedo no está y si aparece se enfrenta con la decisión del guerrero en la batalla: vencer o morir. Y cuando se ha hecho todo lo posible y ya no se puede hacer  más, entonces viene la RENDICIÓN, que no es otra cosa que la entrega total a DIOS en la frase " Que sea lo que Dios quiera" y soltamos ya todo afán. Siempre que se hace así os puedo asegurar que hay milagro seguro.

Y no me creáis, por favor, simplemente tratad de hacer lo que os digo y lo experimentaréis por vosotros mismos.