viernes, 24 de mayo de 2013

Terapeuta vocacional, terapeuta profesional

Un terapeuta vocacional es una persona que tiene un enorme deseo de entrega y de amor hacia los demás. Aprendió en un momento crucial de su vida a olvidarse de sí mismo para "rescatar" a mamá o papá  de una situación que consideraba injusta. A su corta edad sintió que uno de sus padres era "la víctima" y que el otro era "el verdugo" y volcó toda su energía  en ayudar al que consideraba más débil. Desde ese momento, su forma de estar en el mundo es sentirse útil tratando de ayudar y rescatar a los demás y así obtener Amor.
Siempre tropezará con amigos, parejas, hijos que necesiten ser "rescatados" y ambos tendrán un lazo muy fuerte de Amor-Odio pues se necesitan mutuamente.
El problema es que nadie puede jamás rescatar a otro y cuando la "víctima"se recupera de la situación original  aparece con mucha fuerza la negatividad  tratando con mucha rabia y agresividad  a su benefactor: es la venganza porque el mensaje subliminal del rescatador es "yo te voy a ayudar a salir de ahí porque tu no sabes solucionar tu vida". Es un acto de mucha soberbia , aunque su propia negatividad le hace creer que él es más bueno.Es en ese juego donde aparece un sufrimiento horrible y un dolor de corazón muy grande.
Es gracias a ese dolor cuando empezamos a ver con nitidez que solo hemos de ocuparnos de nosotros mismos, pues si cada cual se ocupa de si nadie necesita ayuda de otro..
Cuando permitimos que el otro salga solo del lugar donde se ha metido estamos reconociendo en él y también en nosotros mismos la propia Grandeza. Si lo vemos como víctima estamos viendo nuestra propia víctima., y ni le ayudamos ni nos  ayudamos..
Solo hay que dar la ayuda cuando es pedida explícitamente, entonces es efectiva y no se entra en ese juego terrible del Amor-Odio.
Para ser terapeuta profesional hay que atravesar nuestros propios miedos, pues de lo contrario se entraría en el juego y sería terrible para para el cliente y el terapeuta.
Un terapeuta que ha atravesado el miedo a la soledad, al rechazo, al abandono y a la propia muerte es implacable y lo que dice lo sostiene con la energía del que sabe que es VERDAD. El cliente confía plenamente y es llevado directamente al punto de evolución donde está el terapeuta. Es ahí donde se produce un salto cuántico o llamado popularmente  Milagro.

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