Este texto lo escribí hace 33 años, cuando tenía 18 y no había leído nada que tuviera relación con el tema, además vivía en un pueblo pequeño y me era imposible acceder a grupos espirituales o terapéuticos.
Cuando muchos años después oí por primera vez la idea de que todo es una creación nuestra se me puso el vello de punta y fui a buscar el papel donde aún lo tenía escrito.
Hoy lo volvería a escribir tal cual, pues siento casi lo mismo.
Y estar condenada a
vivir sin saber porqué y sin saber por
quien. Sentir y creer que yo no pertenezco a este mundo, tener la sensación de
haber vivido antes y en otra época y en otro mundo. Hago esfuerzos increíbles
para llegar a conocerme a mí misma: una cara desconocida me trae a la memoria
otra cara y por más esfuerzos que hago no consigo recordarla, un paisaje una
fachada de una casa me recuerda a otra vida pero sigo sin rumbo buscando mis
orígenes y mi identidad.
Acude a mi memoria ecos de palabras sueltas que me recuerdan
a conversaciones mantenidas no sé cuanto tiempo.
Otras veces pienso que existo yo sola, que vivo yo sola, que
Dios piensa solo en mí y existe para mí. Nada me puede ocurrir porque yo soy la
protagonista de mi vida, las demás personas son ilusión óptica, no existen, las
invento yo para no vivir sola, para creer que soy una de tantas. Pero en
realidad solo yo existo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario